El internet es probablemente uno de los elementos que más ha influenciado la transformación social que se vive actualmente. Con la llegada de este, también aterrizaron sobre el panorama un sinfín de herramientas de las cuales la humanidad hace uso día tras día.
El internet también ha supuesto que la educación se adapte a una nueva época y adicione a sus metodologías de trabajo dispositivos tecnológicos, aplicaciones y programas que buscan diversificar el conocimiento y permitir que los alumnos puedan tener un panorama más real y amplio frente a su proceso de aprendizaje.
El sector educativo está supuesto a los requerimientos de la sociedad, dado que, es el responsable de la formación de los sujetos que posteriormente se encargarán de la construcción del tejido productivo y social. Es decir, por naturaleza, el sector educativo es cambiante y multifacético.
Hoy en día, los docentes instruyen a sus alumnos para que estos puedan navegar en entornos virtuales, conformar comunidades de estudio y nutrirlas de manera colaborativa. Incluso, algunos más osados se han atrevido a incursionar en el mundo de las redes sociales, lo cual permite crear una narrativa mucho más cercana e inclusiva con lo que se vive en el sector.
Una apuesta ambiciosa
En ESEIT, cimentamos nuestros pilares de conocimiento sobre el uso de la tecnología porque esto permite que nuestros estudiantes puedan traducir no solo las necesidades del sector real, también les permite puedan ser mucho más proactivos frente a los distintos entornos que conforman el país.
Sin embargo, no nos quedamos solo en la teoría. Al estar regidos bajo los estándares internacionales de Planeta Formación y Universidades, los alumnos tienen la oportunidad de acceder a un sinfín de recursos que enriquecen su formación y que, además, les dan un valor agregado como profesionales.
Nuestra propuesta posee un valor agregado porque ve al estudiante como a un sujeto que tiene la capacidad de transformar su entorno mediante el uso de la tecnología, la creación de empresa y el liderazgo. Esos tres pilares nos permiten formar profesionales altamente capacitados que comprenden el proceso de la globalización y porque la eficiencia es clave en un mundo que está mediado por los dispositivos electrónicos.